La lactancia materna es una práctica que va más allá del acto de alimentar al bebé, ya que es un momento de unión muy especial entre la madre y el recién nacido. Sin embargo, en algunas ocasiones surgen dificultades para que se desarrolle de manera satisfactoria, por ello, tanto si tienes la lactancia totalmente consolidada como si estás encontrándote con algunos inconvenientes, un cojín de lactancia puede facilitarte ese momento tan especial con tu hijo.
A este tipo de cojines también se le puede dar otros usos aparte de para poder ayudarte con la alimentación de tu bebé. En Bamboo queremos contarte en detalle qué es un cojín de lactancia, cómo se puede utilizar y los diferentes tipos que podemos encontrar.
Un cojín de lactancia y embarazo es un accesorio que aporta comodidad y facilidad a la hora de alimentar al bebé.
Su forma ergonómica y su relleno, permiten poder colocar al bebé de manera adecuada, sin generar un esfuerzo y una mala postura para la madre. Por lo tanto, ayuda a desarrollar la lactancia de una forma más sencilla.
Su tejido exterior es de 100% algodón orgánico, lo que le hace tener una textura muy agradable al tacto. La parte del relleno es 100% poliéster.
Los cojines de lactancia son desenfundables, por lo que permiten poder lavarlos cómodamente, ya que es fácil que se manchen a la hora de dar de comer al bebé. Suelen tener una cremallera debajo del cojín, que facilita el poder sacar el relleno y limpiarlo en profundidad.
Hay mucha variedad y modelos diferentes, los cuales presentan funciones específicas dependiendo del uso que se le quiera dar al cojín de lactancia.
Si te estás preguntando como usar el cojín de lactancia, queremos mostrarte las diferentes funciones y usos que se le pueden dar y que pueden facilitarte el momento de alimentar a tu pequeño:
Durante el embarazo:
En los últimos meses de embarazo, cada vez va siendo más difícil poder coger una buena postura para conciliar el sueño. El hecho de disponer de un cojín lactancia, va a permitir que la futura madre pueda descansar mejor. Colocando el cojín entre las piernas, va a facilitar que pueda dormir y que le molesten menos la espalda y las caderas.
En el momento de alimentar al bebé:
Uno de los usos más importantes que tiene el cojín de lactancia, es que, al poder apoyar el bebé sobre el cojín, va a permitir a la madre tener los brazos libres evitando tenerlos tensionados durante toda la toma. De esta manera, va a facilitar el tener una postura más relajada, sin tener que forzar las cervicales o las lumbares e incluso poder acariciar al bebé, mientras está comiendo.
El hecho de tener los brazos libres, también le va a poder ayudar a estar más relajada en la toma y a poder colocar al bebé en el pecho para proporcionar un mejor enganche.
Durante la digestión:
A parte de usar el cojín lactancia durante la alimentación del bebé, también se puede utilizar después de darle de comer. Colocar al recién nacido sobre el cojín, facilita su digestión y evita de esta manera los reflujos.
Durante el crecimiento:
Cuando el bebé empieza a crecer y a tener un pequeño control sobre su cuerpo, también se puede usar como soporte lateral o trasero, para evitar golpes o caídas. Suelen ser muy útiles para cuando están empezando a aprender a sentarse solos.
También se puede utilizar cuando están aprendiendo a gatear y están colocados boca abajo. De esta manera puede ayudar a fortalecer su cuello y sus músculos.
Para el descanso:
Otra forma en la que se puede utilizar el cojín lactancia es para que pueda descansar el bebé. Su forma ergonómica va a permitir que pueda recostarse, o estar acomodado de forma confortable y segura.
Por lo tanto, adquirir un cojín de lactancia, va a proporcionarte numerosos beneficios que sin duda facilitarán muchos momentos que pases junto a tu bebé.
Hay 4 posiciones que se pueden emplear con el cojín lactancia a la hora de amamantar al bebé:
Posición de cuna:
en esta postura se sujeta al bebé con el mismo brazo que está situado al lado del pecho por el que vamos a empezar a darle la toma. El cojín de lactancia se sitúa debajo de nuestro brazo. De esta forma y con la utilización del cojín, no se fuerza tanto la espalda ni las lumbares y se evita que los brazos estén cansados. Además, el poner el brazo encima del cojín, facilita que el bebé no tenga que levantar demasiado su cabecita en el momento del enganche.
Posición de cuna cruzada:
en esta postura, se sujeta al bebé con el brazo opuesto al pecho por el que vamos a empezar a darle la toma. De esta manera, con el brazo que queda libre, hay mayor libertad para sujetar el pecho y dirigirlo a la boca del bebé para que sea más fácil succionar para él.
Esta forma de dar de comer al bebé requiere una mayor estabilidad, por tanto, el cojín, va a permitir poder adoptar una postura más cómoda.
Lactancia en colecho:
esta posición es la que cada día está más en auge y la que va a permitir a la madre el poder dar el pecho tumbada en la cama. El bebé se situaría por encima del cojín y de esta manera alcanzaría mejor el pecho para empezar la toma.
Posición pelota de fútbol:
de todas las posiciones comentadas anteriormente, sin duda esta es la menos utilizada. Con esta forma, se cogería al bebé como si fuera una pelota y se sujetaría con el mismo brazo con el que se va a dar el pecho.
El cojín en este caso, ayudaría a apoyar el bebé y a no forzar demasiado la espalda.
Es importante comentar que las almohadas de lactancia no sólo sirven para dar el pecho, sino que se pueden usar igualmente para dar el biberón, pudiéndolo usar cualquier persona, como el padre.
Incluso cuando llegan visitas a casa para ver al bebé podemos ofrecerles el cojín para que apoyen al recién nacido. De esta manera evitarán posturas incómodas y podrán disfrutar del bebé de manera más confortable.
Como hemos comentado anteriormente, los cojines de lactancia tienen diferentes usos o funciones. Por ello, dependiendo del uso que vayas a darle o de la necesidad que tengas, será mejor que dispongas de un tipo u otro.
En Bamboo queremos mostrarte los diferentes tipos de cojín lactancia que hay, para que elijas el que creas que más os puede ayudar a ti y a tu bebé.
Los cojines de lactancia pueden tener diferentes tamaños y formas. Dependiendo del tipo, van a tener unas características o funciones determinadas.
En forma de “U”
Este tipo de almohadas, suelen ser pocos flexibles y pequeñas, llegando a tener una longitud de algo más de medio metro.
La función de este tipo de cojín es el poder facilitar o ayudar en el proceso de alimentación del bebé.
Se suele colocar en la cintura de la madre, permitiendo poder situar al bebé encima y a su vez va a permitir el tener los brazos libres.
Los beneficios que aporta son: el tener una postura más relajada durante la toma sin tener que forzar la espalda sujetándole con los brazos y el hecho de estar más cómoda, facilitando el primer momento del enganche al pecho. También se suele utilizar para que la madre apoye la espalda o para que no fuerce tanto las lumbares.
En cuanto al crecimiento del bebé, los cojines en forma de “U” van a ayudar a que el bebé pueda empezar a controlar su espalda, y van a ser muy útiles para recostarlos y que queden de forma tumbada y muy recogidos.
En forma de “churro largo y abierto
Este tipo de cojines son más flexibles y más manejables que los anteriores y también más grandes. Suelen llegar a medir casi 2 metros de longitud.
La función de este tipo de cojín de lactancia es proporcionar un mayor descanso a la madre.
Suele ser más utilizado en el embarazo para conseguir que la madre pueda descansar y conciliar el sueño. También es muy útil para bebés que son muy grandes y para padres que tienen gemelos o mellizos.
Por último, en cuanto a recomendaciones a la hora de decantarse por un cojín de lactancia u otro lo más importante es: fijarse en su tejido (es decir, que sea transpirable y por lo tanto que sea de algodón), que sea desenfundable para que se pueda lavar; y tener claro el uso y las funciones que queremos obtener de él, para poder saber si es más adecuado para nosotros en forma de U o en forma de churro.
Estamos seguros de que en nuestra tienda encontrarás un cojín de lactancia y embarazo que se adecúe a tus necesidades y a las de tu bebé.